El presente ensayo examina la obra fundamental de Agostino Steuco, De perenni philosophia publicada en 1540, como un desarrollo del programa de Ficino tendentea a mostrar la concordia doctrinal entre prisca theología y cristianismo. Se estudia la concepción de la historia de la humanidad como una común y universal «tradición» doctrinal des Adán, en el cual los diferentes y sucesivos pueblos parcipan en una serie de verdades fundamentales: Tri-unidad divina, creación del mundo, inmortalidad del alma humana individula, fin del mundo creado y renovación escatológica. En esta perspectiva, en la que desaparecen los reconocimientos de Ficino y pico a la «novedad» del crisitanismo, la religión de Cristo posee más bien el carácter de una renovación magisterial de la universal verdad filosófico-religionsa, a la que el curso del tiempo amenazaba con oscurecer de manera irremediable.